Los Manantiales

Los Manantiales
Renovación para el alma

martes, 21 de mayo de 2013

¡Levántalo!


Cuando Colin Powell era un joven oficial de infantería, sirvió en Frankfurt, Alemania.
Un día su pelotón fue asignado para custidiar un cañón atómico de 280 milímetros. Powell alertó a sus hombres, cargó su pistola calibre 45 y saltó dentro de su jeep.
Después de un pequeño recorrido, se percató que ya no tenía su pistola 45. Sabiendo muy bien que la pérdida de un arma era considerada un asunto serio, llamó de mala gana por radio a su capitán Tom Miller.
Cuando Powell regresó, el capitán Miller le dijo: “Tengo algo para usted”, y le entregó a Powell su pistola. Le dijo: “Algunos niños del barrio la encontraron donde se le cayó de su cartuchera”. Powell sintió un escalofrío.
¿La habían encontrado niños?
“Sí”; continuó Miller, por suerte solamente dieron una vuelta antes de oír nosotros el tiro y quitarles la pistola. Miller concluyó: “Por el amor de Dios, hijo, no permitas que esto ocurra otra vez”.
Powell revisó más tarde su pistola y comprobó que no había sido disparada. La había perdido dentro de su tienda de campaña. Miller había urdido esa historia para darle un sustoPowell concluyó su relato: “Su ejemplo de liderazgo inteligente no se perdió en mí. Nadie llegó jamás a la cima sin resbalar. Cuando alguien tropieza, no creo que hay que pisarlo fuerte. Mi filosofía es: Levántalo, sacúdele el polvo y ponlo nuevamente en carrera”.
El hombre que no se equivoca,
generalmente no hace nada.
Salmo 37:24
Cuando caiga, no quedará derribado, porque el Señor sostiene su mano.
Fuente El libro devocionario de Dios para Hombres, editorial Unilit.


TENLOS EN MUCHA ESTIMA


¿Acaso honramos, respetamos y tenemos en mucha estima a los que nos presiden en el Señor? Tal vez la mayoría de los pastores prefieren no hablar mucho sobre este tema, pero a veces necesitamos que se nos recuerden estas cosas.
Sabemos que en la iglesia hay diferentes ministerios, y es importante que los mismos sean desempeñados bíblicamente. También es muy importante para nosotros que apoyemos a los pastores y cumplamos con nuestro papel adecuadamente y de forma bíblica.
Asimismo, es importante orar por los pastores. Alimentarnos bien espiritualmente es en parte nuestra responsabilidad. Pablo pidió que oraran por él y por los ministros. “Orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros” (2ª de Tesalonicenses 3.1) “Orando en todo tiempo (…) por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (Efesios 6.18,19)
Cuando Jesús le hablo a Pedro en Juan 21, él le dijo: “Pastorea mis ovejas”. Seamos agradecidos por aquellos que nos traen el alimento espiritual y recordemos orar fervientemente por ellos, para que os den una dieta adecuada. Respetemos a los pastores, pensando en las responsabilidades que tienen. Tal vez no siempre comprendamos todo o quizá no concordemos con ellos en todo, pero la Biblia nos exhorta a tenerlos en mucha estima por causa de su obra.

“Y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros”
1ª de Tesalonicenses 5.13

Tomado del Libro Junto a Aguas de Reposo

jueves, 2 de mayo de 2013

La generosidad y la ayuda humanitaria nos permiten crecer. Vale la pena ...

La rebelión de los sentidos


Una vez se rebelaron
Los distintos sentidos
“¡Estamos siendo explotados!”
Protestaron reunidos

“El estómago sentado
No hace esfuerzo alguno
Mientras le trabajamos
Sin descansos ni turnos...”

Siempre yo debo buscar
Donde habrá más alimento...”
Dijo en su refunfuñar
La vista con descontento

“Y yo debo aspirar muy hondo...”
Y yo atrapar cada sonido...”
Declararon con reprobo
La nariz y los oídos

Y que decir de las manos
Y sus amigas las piernas
Ambos pares reclamaron
Una explotación extrema...

“Y yo mastique y mastique...”
Apoyó airada la boca
Para que así facilite
Su posición perezosa....”

“¡Basta ya de este descaro!”
Gritaron a viva voz
Y ese día acordaron
Armar revolución

“¡Que el estómago trabaja!
¡Que luche por su porción!”
Declararon con coraje
Dándose entre sí la razón

“Cada uno de nosotros
Trabajará para sí
Boca, orejas, nariz, ojos,
Todos lo acordaron así

Más bien puede adivinarse
Que esta loca rebelión
No tardó en apagarse
Por su errada convicción
Pues ningún rebelde podía
Mantenerse por sí mismo
Y así vieron su porfía
Causada por el egoísmo

Débiles y agotados
Sin poderse alimentar
Decidieron aunados
Volver a colaborar

Y al vientre hicieron fiesta
Sirviendo a su majestad
Quien por naturaleza
Nutría a todos por igual

Y así unos necios piensan
Que nada hace el Señor
Y porque no Lo alimentan
Mueren sin paz, dicha ni amor.


Fuente:Lotorojo.net


Cuentos del Alma






Una joven pareja se mudó a otra ciudad, lejos de la familia y los amigos. Llegó la mudanza, la pareja desempacó sus pertenencias y el marido empezó a trabajar a la semana siguiente. Todos los días al llegar a su casa, su esposa lo recibía en la puerta con una nueva queja.
- "Aquí hace mucho calor".
- "Los vecinos no son amigables".
- "La casa es muy chica".
- "Los niños me están volviendo loca".
Y cada tarde, su esposo la abrazaba mientras escuchaba sus comentarios negativos. Lo siento, le decía, "¿qué puedo hacer para ayudarte?"
Su esposa se calmaba y se secaba las lágrimas, pero empezaba con lo mismo al día siguiente.
Una tarde, su marido llegó a su casa con una hermosa planta con flores. Encontró un sitio apropiado en el jardín y la plantó. "Querida, le dijo, cada vez que te sientas triste, sal al jardín. Imagina que eres esa plantita, y mira como crece en tu jardín".
Cada semana traía a casa un árbol nuevo, o rosales, o plantas y las plantaba en el jardín. Su esposa cortó algunas flores y se las llevó a una vecina. Cada mañana regaba el jardín y observaba el crecimiento de las plantas.
También creció la amistad con otras mujeres de la cuadra y le pidieron consejo con sus jardines. Muy pronto, también le estaban pidiendo consejo espiritual.
Al finalizar el año siguiente, el jardín de esta pareja se parecía a los jardines que aparecen en la revista Buen Hogar.
Nuestro Padre Celestial sabe que todos tenemos que aprender a florecer en el lugar en el cual hemos sido trasplantados. Con su sabio toque de amor, no sólo vamos a florecer sino que vamos a producir continuamente el fruto del amor, la ternura y el contentamiento.

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