Hoy en día es muy común ver a un niño en un centro comercial, un restaurante o en un supermercado haciendo un berrinche. Pero también es muy común ver a los padres de dicho niño (a) reaccionar de manera equívoca.
Es más fácil darles lo que piden para poder callarlos, pero ¿qué estamos haciendo con está actitud?, ¿Estamos educando a nuestros hijos o los estamos malcriando?
.Por supuesto que estamos enseñándoles que al utilizar está conducta, pueden conseguir todo lo que quieran, porque papi y mami están dispuestos a doblarse a su voluntad con tal de que no les hagan pasar una vergüenza pública.
.Los niños, por naturaleza, buscan maneras para probar a los papás, y así saber hasta dónde pueden llegar en sus deseos. Así que estas rabietas no son más que pruebas que nos ponen, y en muchos casos los padres ayudan a que los niños con edades mínimas vayan tomando más y más el control sobre las circuntancias que nos rodean.
.Para que esto no suceda, debemos aprender a decir NO, pero este No debe ser oportuno, claro y conciso. No importa donde podamos estar, debemos ser constantes en la manera en que disciplinamos. Y la falta de una disciplina o reglas establecidas, son las que hacen que los niños y niñas traten de ser los que lleven el control de estas situaciones.
.Es muy fácil, darle a un niño de 2 0 3 años lo que pide, con tal de que no llore, y al efectuar dicha acción estamos dándole el mejor ejemplo de que cuando quieras algo solo debes llorar y así lo obtendrás. Pensamos que no estamos haciendo ningún daño, pero es el primer paso para el niño y último nuestro.
.Cuando hablamos de disciplina, vale especificar, que no quiere decir gritarle, halarle el pelo, pellizcarlo, golpearlo o humillarlo en público, quiere decir que vamos a enseñarles desde la casa, en la vida cotidiana, pues estos berrinches en público, son solo una probadita de lo que pasa siempre en el hogar.
. La disciplina a la que me refiero, es una disciplina con amor, con paciencia y constancia. Es hablar con el niño y la niña y explicar por qué no vamos a hacer lo que pide. Por que si decimos NO, debe haber una razón o circunstancia, y ellos están en todo su derecho de conocerla y entenderla.
.Creemos muchas veces, que no son capaces de entender las razones, por lo que nos cerramos a hablar con ellos, y lo que creamos es una separación en la comunicación que con el tiempo y los años, se convertirá en un abismo.
.Mucho hemos escuchado, historias de cómo nuestros padres y abuelos fueron castigados, y creo que en la mayoría de los casos no estamos de acuerdo, y queremos para nuestros hijos e hijas lo mejor. Así que le instó a evitar un castigo físico que aparte de marcar el cuerpo, marcará el corazón de su hijo o hija.
.Estos berrinches son muchas veces las maneras que tienen los niños y las niñas de llamar nuestra atención, así que analice que estan pidiendo internamente, que estamos haciendo para que ellos tengan que utilizar este medio y así poder lograr un poco de nuestra atención, aunque esto traiga en muchos casos castigos y agresión.
.Si desde pequeños nos comunicamos 100% con ellos, los escuchamos y enseñamos, cuando lleguen los primero berrinches, será más fácil que tomemos el control.
.Así que la próxima vez que su hijo o hija haga un berrinche piense muy bien como va a actuar:
.
1. No se enfurezca para que no pierda el control de la situación.
2. Bájese a la altura de su hijo (a) o siéntese y mírele a los ojos.
3. De manera serena y segura, dígale que no le gusta lo que está haciendo. Que si quiere hablar con usted, debe ser sin gritos y sin llorar.
4.Escuché la petición del niño (a). Y analice rápidamente si se le puede complacer o no.
5. Dele una respuesta clara de por qué si o no, hará lo que le pide.
.
Ahora tendrá dos comportamientos dependiendo de su respuesta, uno será de felicidad por conseguir lo que quería, y el otro puede ser de más gritos, patadas y enojo, para este caso, debe armarse de más paciencia y ver a su hijo (a) como un niño (a), nunca como un adulto.
En caso, de que no se tranquilice, va a ser necesario que utilice una medida disciplinaria, como tiempo fuera ( sentarlo en una silla por unos minutos y decirle que cuando se tranquilice hablan), o sacarlo del juego, o quitar algún juguete o video. Ahora, cualquier medida disciplinaria, debe ser por pocos minutos dependiendo de la edad, y sólo una a la vez. Qué quiere decir esto? Que a veces estamos tan molestos, que no pensamos, y usamos muchas maneras de castigarlo, por ejemplo: le pegaron, le quitaron la tv por 1 semana, el video juego por 3 días y además no puede salir de la casa en 1 semana, así que nos excedemos, y en lugar de enseñarle a controlarse lo que hacemos es decirle que siga en el berrinche, ya no tiene nada más que perder. Ellos son tan inteligentes, que saben que no vamos a cumplir todo lo que dijimos.
.Si el berrinche se presenta fuera de casa es necesario llevarlo o sacarlo del lugar y hacer los pasos arriba descritos, si no se llega a un acuerdo, debemos decidir si terminamos la salida y regresamos a casa, claro siempre explicándole que nos vamos porque no aceptamos su conducta, por lo que no hay más paseo, aunque así nos estemos castigándo indirectamente. Y esto no pasará una sóla vez sino varias, hasta que comprenda, que el que más pierde es él.
. Así que ármese de paciencia pero sobretodo de mucho amor, para que pueda ayudar a sus hijos (as) a crecer en está área.
.
Andrea Carrillo de Contreras
www.andreacarrillo.com
Es más fácil darles lo que piden para poder callarlos, pero ¿qué estamos haciendo con está actitud?, ¿Estamos educando a nuestros hijos o los estamos malcriando?
.Por supuesto que estamos enseñándoles que al utilizar está conducta, pueden conseguir todo lo que quieran, porque papi y mami están dispuestos a doblarse a su voluntad con tal de que no les hagan pasar una vergüenza pública.
.Los niños, por naturaleza, buscan maneras para probar a los papás, y así saber hasta dónde pueden llegar en sus deseos. Así que estas rabietas no son más que pruebas que nos ponen, y en muchos casos los padres ayudan a que los niños con edades mínimas vayan tomando más y más el control sobre las circuntancias que nos rodean.
.Para que esto no suceda, debemos aprender a decir NO, pero este No debe ser oportuno, claro y conciso. No importa donde podamos estar, debemos ser constantes en la manera en que disciplinamos. Y la falta de una disciplina o reglas establecidas, son las que hacen que los niños y niñas traten de ser los que lleven el control de estas situaciones.
.Es muy fácil, darle a un niño de 2 0 3 años lo que pide, con tal de que no llore, y al efectuar dicha acción estamos dándole el mejor ejemplo de que cuando quieras algo solo debes llorar y así lo obtendrás. Pensamos que no estamos haciendo ningún daño, pero es el primer paso para el niño y último nuestro.
.Cuando hablamos de disciplina, vale especificar, que no quiere decir gritarle, halarle el pelo, pellizcarlo, golpearlo o humillarlo en público, quiere decir que vamos a enseñarles desde la casa, en la vida cotidiana, pues estos berrinches en público, son solo una probadita de lo que pasa siempre en el hogar.
. La disciplina a la que me refiero, es una disciplina con amor, con paciencia y constancia. Es hablar con el niño y la niña y explicar por qué no vamos a hacer lo que pide. Por que si decimos NO, debe haber una razón o circunstancia, y ellos están en todo su derecho de conocerla y entenderla.
.Creemos muchas veces, que no son capaces de entender las razones, por lo que nos cerramos a hablar con ellos, y lo que creamos es una separación en la comunicación que con el tiempo y los años, se convertirá en un abismo.
.Mucho hemos escuchado, historias de cómo nuestros padres y abuelos fueron castigados, y creo que en la mayoría de los casos no estamos de acuerdo, y queremos para nuestros hijos e hijas lo mejor. Así que le instó a evitar un castigo físico que aparte de marcar el cuerpo, marcará el corazón de su hijo o hija.
.Estos berrinches son muchas veces las maneras que tienen los niños y las niñas de llamar nuestra atención, así que analice que estan pidiendo internamente, que estamos haciendo para que ellos tengan que utilizar este medio y así poder lograr un poco de nuestra atención, aunque esto traiga en muchos casos castigos y agresión.
.Si desde pequeños nos comunicamos 100% con ellos, los escuchamos y enseñamos, cuando lleguen los primero berrinches, será más fácil que tomemos el control.
.Así que la próxima vez que su hijo o hija haga un berrinche piense muy bien como va a actuar:
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1. No se enfurezca para que no pierda el control de la situación.
2. Bájese a la altura de su hijo (a) o siéntese y mírele a los ojos.
3. De manera serena y segura, dígale que no le gusta lo que está haciendo. Que si quiere hablar con usted, debe ser sin gritos y sin llorar.
4.Escuché la petición del niño (a). Y analice rápidamente si se le puede complacer o no.
5. Dele una respuesta clara de por qué si o no, hará lo que le pide.
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Ahora tendrá dos comportamientos dependiendo de su respuesta, uno será de felicidad por conseguir lo que quería, y el otro puede ser de más gritos, patadas y enojo, para este caso, debe armarse de más paciencia y ver a su hijo (a) como un niño (a), nunca como un adulto.
En caso, de que no se tranquilice, va a ser necesario que utilice una medida disciplinaria, como tiempo fuera ( sentarlo en una silla por unos minutos y decirle que cuando se tranquilice hablan), o sacarlo del juego, o quitar algún juguete o video. Ahora, cualquier medida disciplinaria, debe ser por pocos minutos dependiendo de la edad, y sólo una a la vez. Qué quiere decir esto? Que a veces estamos tan molestos, que no pensamos, y usamos muchas maneras de castigarlo, por ejemplo: le pegaron, le quitaron la tv por 1 semana, el video juego por 3 días y además no puede salir de la casa en 1 semana, así que nos excedemos, y en lugar de enseñarle a controlarse lo que hacemos es decirle que siga en el berrinche, ya no tiene nada más que perder. Ellos son tan inteligentes, que saben que no vamos a cumplir todo lo que dijimos.
.Si el berrinche se presenta fuera de casa es necesario llevarlo o sacarlo del lugar y hacer los pasos arriba descritos, si no se llega a un acuerdo, debemos decidir si terminamos la salida y regresamos a casa, claro siempre explicándole que nos vamos porque no aceptamos su conducta, por lo que no hay más paseo, aunque así nos estemos castigándo indirectamente. Y esto no pasará una sóla vez sino varias, hasta que comprenda, que el que más pierde es él.
. Así que ármese de paciencia pero sobretodo de mucho amor, para que pueda ayudar a sus hijos (as) a crecer en está área.
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Andrea Carrillo de Contreras
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