¿Está satisfecho con su vida? Las responsabilidades y tareas que consumen su tiempo, ¿son meras rutinas o un camino hacia la realización personal? Dígame la verdad, ¿se siente un triunfador o detrás de su sonrisa conviven la ansiedad y la frustración?
“Aprovecho el tiempo que encuentro”, me dijo aquel taxista en Madrid, España. Minutos antes me había llamado la atención ver que cuando el tránsito se detenía frente al semáforo, este buen hombre tomaba un libro, leía unas líneas y luego lo dejaba a su lado para seguir su camino. Pero a las pocas calles volvía a hacer lo mismo. Y así ocurrió, por lo menos, ocho veces más.
Intrigado por el asunto, le pregunté por qué leía de aquella forma tan incómoda. ¿Sabes lo que ocurre? me respondió sorprendido, como quien sabe que ha sido descubierto, “paso diez horas al día sentado en este taxi, lo que me hace sufrir altos niveles de estrés. ¡Imagínate! No tengo tiempo para nada, sino sólo para trabajar, trabajar… y trabajar”.
Pero de inmediato agregó: “Meses atrás, en medio de mi cansancio, una idea se cruzó por mi mente. Me dije a mí mismo: ‘¿por qué no hacer algo productivo mientras espero a algún pasajero, o cuando el tránsito no avanza, o en cada momento de espera frente a un semáforo?’ Desde entonces aprovecho cada instante para leer. Hace ocho meses que empecé con esta ‘aventura’, ¡y ya me he leído 24 libros completos!
¡Qué dosis de optimismo, disciplina y voluntad férrea para crear espacios y aprovecharlos!
Es que la mayoría de nosotros estamos tan preocupados por el tiempo que nos falta, que no logramos vislumbrar las posibilidades que están a nuestro alcance, delante de nuestros propios ojos.
Cierto sabio de la antigüedad expresó: “En mi intento de encontrar la razón de las cosas, yo, el Predicador, he hallado lo siguiente: ¡que todavía no he dado con lo que realmente busco! […] Solamente he encontrado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al hombre, pero este se ha complicado la vida” (Eclesiastés 7.27-29).
Piense. Descomprímase, Reasigne prioridades. Y hágase el firme propósito de ver más allá de la “montaña” de asuntos que le impide encontrar espacios de realización en su diario trajinar. Tome nota de las palabras que escribió un famoso cantante latinoamericano: “a veces, esperando las oportunidades, no se ven…”
Cristian FrancoLa Lectura es una de las mejor inversiones en la vida.
Cuando vengas, trae la capa que dejé en Troas con Carpo, y los libros, especialmente los pergaminos. 2 Timoteo 4:13.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 1 Tim 4:13
“Aprovecho el tiempo que encuentro”, me dijo aquel taxista en Madrid, España. Minutos antes me había llamado la atención ver que cuando el tránsito se detenía frente al semáforo, este buen hombre tomaba un libro, leía unas líneas y luego lo dejaba a su lado para seguir su camino. Pero a las pocas calles volvía a hacer lo mismo. Y así ocurrió, por lo menos, ocho veces más.
Intrigado por el asunto, le pregunté por qué leía de aquella forma tan incómoda. ¿Sabes lo que ocurre? me respondió sorprendido, como quien sabe que ha sido descubierto, “paso diez horas al día sentado en este taxi, lo que me hace sufrir altos niveles de estrés. ¡Imagínate! No tengo tiempo para nada, sino sólo para trabajar, trabajar… y trabajar”.
Pero de inmediato agregó: “Meses atrás, en medio de mi cansancio, una idea se cruzó por mi mente. Me dije a mí mismo: ‘¿por qué no hacer algo productivo mientras espero a algún pasajero, o cuando el tránsito no avanza, o en cada momento de espera frente a un semáforo?’ Desde entonces aprovecho cada instante para leer. Hace ocho meses que empecé con esta ‘aventura’, ¡y ya me he leído 24 libros completos!
¡Qué dosis de optimismo, disciplina y voluntad férrea para crear espacios y aprovecharlos!
Es que la mayoría de nosotros estamos tan preocupados por el tiempo que nos falta, que no logramos vislumbrar las posibilidades que están a nuestro alcance, delante de nuestros propios ojos.
Cierto sabio de la antigüedad expresó: “En mi intento de encontrar la razón de las cosas, yo, el Predicador, he hallado lo siguiente: ¡que todavía no he dado con lo que realmente busco! […] Solamente he encontrado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al hombre, pero este se ha complicado la vida” (Eclesiastés 7.27-29).
Piense. Descomprímase, Reasigne prioridades. Y hágase el firme propósito de ver más allá de la “montaña” de asuntos que le impide encontrar espacios de realización en su diario trajinar. Tome nota de las palabras que escribió un famoso cantante latinoamericano: “a veces, esperando las oportunidades, no se ven…”
Cristian FrancoLa Lectura es una de las mejor inversiones en la vida.
Cuando vengas, trae la capa que dejé en Troas con Carpo, y los libros, especialmente los pergaminos. 2 Timoteo 4:13.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 1 Tim 4:13
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