Hace tiempo me puse a pensar en todos mis errores, esas cosas que quería borrar Completamente de mi vida, que según yo no me servían para nada. Sé que tuve, tengo y tendré demasiados errores y fracasos que no deberían de ser llamados así, simplemente son el comienzo de los éxitos. Dios el ser que nos creó, que nos hizo ser lo que hoy somos, el que nos dio las bases, nuestra esencia y la vida. No siempre había creído eso; y simplemente no me importaba porque sé que sólo yo soy la dueña de mi vida, que no puedo dejar todo en manos de Dios, porque sólo yo puedo hacerlo todo. Hoy creo completamente en Dios, en su grandeza, en su sabiduría, en su infinita gracia y tengo tanta fe en él; gracias al error de no creer en él.
Nuestras buenas cosechas no son más que el fruto de las malas. Jamás aprendí a levantarme hasta el día que caí. Nunca me di cuenta de todo lo que valgo hasta el día que perdí mi valor. Jamás me enteré de lo que son los amigos, hasta que perdí uno. No sabía lo valioso que son los éxitos hasta que fracasé.
* Autora: Celeste.Villa´ (México) * --
Espero que te haya gustado. No te pierdas la siguiente reflexión, la próxima semana... ¡Hasta entonces! Tu amigo, Edgar Martínez
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