Con mi voz clamé a Jehová y el me oyó, y el me respondió desde su
monte santo, Oh Padre Eterno, Todopoderoso, Rey de los cielos, Grande y
Misericordioso, Padre de Amor y bondad, que privilegio más grande el poder
orar, el poder hablarte y decirte todo lo que nuestro corazón siente y quiere,
Señor aquí estamos tu pueblo, tus hijos para entregarte nuestras vidas y
nuestros corazones para que TU ABBA PADRE, seas tocando y transformando
nuestras vidas, Señor tu conoces nuestros pensamientos, Señor todo lo ves,
hasta los movimientos más intimos de nuestra alma, aún los pensamientos más
fugaces que pasan por nuestra mente y Dios tu conoces nuestras peticiones antes
que te lo pidamos, Señor tu eres un Dios de gracia, un Dios de perdón, un Dios
de generosidad y por eso hoy clamamos por la salvación de nuestras familias, de
nuestros amigos, de nuestros vecinos, de nuestros países, y de todo el mundo,
para que Señor tu seas obrando en esas vidas, rescatándolos, levantándolos y
poniéndolos en tu camino, gracias Señor porque nuestras oraciones son escuchadas
y te pedimos por la salud, por el trabajo, por nuestras finanzas, Señor
bendícenos y prospéranos así como prospera nuestra alma, derrama tu Santo
Espíritu sobre nosotros y concédenos sabiduría, conocimiento y entendimiento
para que tu palabra quede grabada en nuestras mentes y corazones en el glorioso
nombre de Jesús. Amen
Si permanecéis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
todo lo que queréis, y os será hecho. Juan 15: 7
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. Mateo
21: 22
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