Había como 70 científicos trabajando en un intenso proyecto. Todos estaban realmente frustrados debido a la presión del trabajo y las demandas de su jefe, pero todos se mantenían leales a su jefe y no pensaron en abandonar sus trabajos.
Un día, un científico se acercó al jefe y le dijo: “Señor, le prometí a mis hijos que los llevaría a la exhibición en el pueblo así que quiero salir a las 5:30 PM”. Su jefe contestó: “Está bien, puedes irte temprano hoy”.
El científico comenzó a trabajar. Continuó trabajando después de almuerzo. Como siempre, se involucró tanto que sólo miró su reloj cuando sintió que estaba cerca de terminar. La hora fue 8:30 PM. De repente recordó la promesa hecha a sus hijos.
Buscó a su jefe pero no estaba por allí. Habiéndole notificado en la mañana, cerró todo y se fue para su casa. En lo profundo de su ser se sentía culpable de hacerle fallado a sus hijos.
Llegó a casa y sus hijos no estaban.Su esposa estaba sentada en el pasillo leyendo revistas. La situación era explosiva; cualquier conversación podría tener un efecto boomerang. Su esposa le preguntó: “¿Quisieras tomar café o querrías la cena de una vez, si tienes hambre?”El hombre respondió: “Si quieres tomar café, yo también… pero, ¿y qué de los niños?” Su esposa contestó: “¿No sabes? Tu jefe llegó aquí a las 5:15 PM y llevó a las niños a la exhibición”.
Lo que pasó en realidad fue lo siguiente. El jefe que le había dado permiso le observaba trabajar con mucha seriedad a las 5.00 PM. Pensó para sí: esta persona no va a dejar su trabajo, pero si se le prometió a sus hijos, ellos debieran disfrutar de la visita a la exhibición.
Así que tomó la iniciativa de llevarlos a la exhibición. El jefe no tenía que hacerlo cada vez. Pero una vez hecho, se estableció la lealtad.
Esa es la razón por la que todos los científicos en la empresa continúan trabajando para ese jefe a pesar de que el estrés es tremendo.
De paso, ¿pudieran adivinar quién era el jefe? No era otro que el cerebro detrás de los exitosos programas de proyectiles y armas nucleares de la India.Dr. APJ Abdul Kalam, ex Presidente de la India.
El pensamiento de hoy nos viene como un regalo desde la India. Pero antes de que alguno pudiese pensar que su aplicación queda comprometida por las diferencias culturales, quiero enfatizar que el principio de lealtad y solidaridad que la narración plantea son de carácter universales.
A veces nos preguntamos por qué los miembros del equipo no parecieran rendir más o identificarse más con la visión (a pesar de que se las repetimos hasta la saciedad y estamos convencidos de que la comprenden y abrazan).
Tal vez la razón sea la falta de compromiso humano que los demás perciben en nosotros.
Tal vez este supervisor indio tenga mucho que decirnos hoy… pongamos atención
Alex Arguello
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