Los Manantiales

Los Manantiales
Renovación para el alma

martes, 7 de febrero de 2012

Manchas


Hay un refrán chino que dice algo así: Los gatos roban pollos y no cambian su naturaleza; los lobos pueden morir, pero no cambian su hambre de ovejas. Este proverbio describe a la gente que simplemente se niega a cambiar. En español también tenemos refranes similares: «Loro viejo no aprende a hablar.» Y «Perro huevero aunque le quemen el hocico.»
     Jeremías 13:23 dice: «¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas?» (Esta es una pregunta retórica que se usó por primera vez para describir la rebelión de la antigua Israel.)
     Entonces, ¿puede realmente un leopardo cambiar sus manchas? Hoy leemos acerca de Saulo, quien iba de camino a Jerusalén «respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor» (Hechos 9:1). Dios instruyó a Ananías para que le llevara un mensaje. Ahora bien, no es muy difícil entender por qué Ananías estaba renuente a conocer al infame Saulo. Este hombre era peligroso para los cristianos. Tampoco es sorpresa leer del asombro, y probablemente incluso escepticismo, de la gente que escuchaba al Saulo «anticristiano» predicar de Jesús.
     Pero Saulo era verdaderamente un hombre cambiado. Ya no perseguía a los cristianos, sino que predicaba el evangelio. ¿Qué había producido esa transformación? Un encuentro personal con Jesús. Desde la visión en el camino a Damasco a la explicación de Ananías, Dios hizo que Saulo se diera cuenta de su nueva identidad y propósito en la vida.
     De la misma forma, Dios sigue revelando su sabiduría y manifestando su poder a la gente de hoy. A través de los años, los partidarios de la teoría del conductismo y los psicólogos han llevado a cabo una cantidad inmensa de investigación. Sin embargo, no pueden resolver el problema de la inclinación del corazón humano hacia la inmoralidad. El hombre simplemente no puede cambiar su naturaleza inmoral… por sí solo.
     Pero Dios sí puede. Él cambió al farisaico Saulo y puede cambiar a cualquiera hoy. Aunque el leopardo no puede cambiar sus manchas, Aquel que hizo al leopardo sí puede
 
 
El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes;
da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
Daniel 2:21
 
 
Tomado del Libro Nuestro Anda Diario
Rbc Ministerio
 
 
Editor Agenda de Dios. Olman Rímola

No hay comentarios:

Indice de Reflexiones