Hay una ventana en tu corazón a través de la cual puedes ver a Dios. Hubo una vez en que esa ventana era transparente. Tu visión de Dios era clara. Podías ver a Dios tan vívidamente como podías ver un hermoso valle o una colina.
     Entonces, de pronto, la ventana se quebró. Una piedra rompió la ventana. Una piedra de dolor.
     Y de repente ya no fue tan fácil ver a Dios. La vista que había sido tan clara había cambiado.
     Estabas confundido. Dios no permitiría que algo como eso ocurriera, ¿verdad?
     Cuando no lo puedas ver, confía en Él … Jesús está más cerca de lo que jamás soñaste.
En el ojo de la tormenta.
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; 
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, 
Y me salvará tu diestra.
Salmos 138:7
Tomado del Libro Promesas Inspiradoras de Dios
Autor: Max Lucado
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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