Nadie sabe lo que hay en el corazón humano sino Jesús. No conocemos nuestro propio corazón; ninguno de nosotros tiene alguna idea de lo malo que es. Se han escrito de mí algunas cosas amargas, pero yo, más que cualquier otro hombre, conozco muchas cosas más de mí mismo que son malas. No hay nada bueno en la vieja naturaleza de Adán. Tenemos un corazón que se ha revelado en contra de Dios por naturaleza y ni siquiera amamos a Dios, a menos que hayamos nacido del espíritu.
Este es una verdad que a la gente no le gusta en absoluto, pero me he dado cuenta de que la medicina que no nos gusta, a menudo, es la medicina que es mejor para nosotros. Si pensamos que no somos tan malos como la descripción, debemos darnos una mirada más cerca.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas,
y perverso; ¿quién lo conocerá?
Jeremías 17:9
Tomado del Libro D. L. Moody
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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