Amados en Cristo: Estuve orando por esta reflexión que es y será de mucha bendición para las personas atrapadas en un pasado que no pueden borrar. Quisiera, si me permiten, compartir con ustedes de mi experiencia personal y cómo me enseñó el Espíritu Santo a vencer:- El primer paso para derrotar al enemigo de la vergüenza y el temor es: matar al hombre viejo orgulloso y egoísta. La vergüenza es hija del orgullo y el temor hijo del egoísmo. Ambos son pecados que deben morir con el hombre viejo. ¿ Cómo los maté ? : pues muy sencillo: TESTIFICANDO´, cuando supe que era perdonada y aceptada por mi Padre celestial, entendí también que con su Divino Amor me estaba haciendo libre, libre para escoger servirle a El por gratitud o para volverme atrás. El me hizo comprender que en esa lucha interna que se presenta ´, especialmente cuando vienen las pruebas, y el enemigo lanza sus dardos de fuego de duda, incredulidad, sentimentalismos, desalientos, etc. mi peor enemigo era mi hombre viejo . La Biblia lo llama concupiscencia, y cada uno es tentado por medio de ella. El testimonio que la nueva criatura da tiene que avergonzar al hombre viejo, no al nuevo. Si sentimos culpa, temor o vergüenza, entonces estamos en el viejo, no en el nuevo.El Espíritu Santo despertó en mi, la nueva criatura, a testificar y lo hice llena de emoción y gratitud, le pedí que me ayudara para hacerlo de la mejor manera para la gloria de mi Padre Dios; y entonces tomé papel y bolígrafo y empecé a escribir mi testimonio,de lo malo que había hecho, y cuán grande era el perdón que mi Dios me había dado,. Fueron dos páginas llenas que luego pasé a máquina y repartí copias a todos mis conocidos , y a todos los que pude en varias provincias de mi País, especialmente donde me conocían. Mis amistades y parientes , como es de esperar tuvieron diferente reacciones,, pero todos estaban sorprendidos, porque todos tenían, según ellos, un concepto muy diferente de mi persona. Déjeme decirles que a mi poco me importaba lo que ellos pensaran, yo estaba gozosa, porque me sabía y me sentía perdonada y aceptada por mi Padre celestial, estaba y seguiré estando eternamente agradecida porque recibí el regalo de Su Amor, de su perdón incondicional y de su Gracia incomparable, en todo mi ser: espíritu, alma y cuerpo había una pureza y un gozo que nunca había conocido. ¡ Era el Espíritu de Dios morando en mi ser! ¡ mi Primer y único Amor incomparable!. Con ese Amor les amo, con ese Amor puedo amar al que me hace mal,con ese Amor puedo soportar muchas pruebas; porque ese Amor es Dios y en El todo lo podemos ¡Aleluya!También aprendí de mi Maestro a reconocer el orgullo y el egoísmo a través de la autolástima. De manera que cuando, recordando el pasado, o porque alguien me hería, sentía dolor y lástima de mi misma, y venía la tentación de considerarme una víctima; el Espíritu Santo me mostraba que debía usar esas lágrimas y ese dolor para interceder por otros. Dios me preparó para el ministerio de oración e intercesión. Es un privilegio que Jesús el Hijo Amado de Dios, use mi ser entero , mis lágrimas y mi vida para interceder por otros.Satanás entretiene a muchos creyentes haciéndoles creer que son víctimas, los que le creen se pierden el privilegio de experimentar el SER MAS QUE VENCEDORES .CON CRISTO.Con Amor y oración:

Ps. Gozo en Victoria del Ministerio Cristianos en Victoria.