Dejar sus cargas requiere un poderoso acto de determinación y un tipo de cirugía espiritual que sólo el Espíritu Santo puede realizar.
Esto lo vemos ilustrado en el libro de Nehemías. En ese momento, los israelitas fielmente y con diligencia habían reconstruido las puertas de Jerusalén. Pero una vez que las puertas estaban de vuelta en su lugar, la gente completamente pasó por alto la observancia de sábado. Cada semana, largas filas de cargados animales pasaron por las puertas de Jerusalén yendo y viniendo al mercado de la ciudad lleno de mercancías.
Nehemías se enojó cuando vio toda esta actividad en el día de reposo. Él advirtió a la gente para que entregaran todas sus cargas y honraran el Sabbat de Dios, pero cuando ellos no escucharon, subió el nivel de su advertencia: "Entonces reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo?” . Él estaba diciendo, "los reprendí, les prediqué, les advertí. Pero nada funcionó."
Finalmente, Nehemías había tenido suficiente, así que tomó medidas drásticas: " Antes del día de reposo, cuando ya empezaba a oscurecer y las puertas de Jerusalén todavía estaban abiertas, ordené cerrarlas y no volver a abrirlas hasta que el día de reposo hubiera pasado. Y para impedir la entrada de cualquier tipo de carga, puse como guardias a algunos de mis siervos."
Nehemías puso centinelas en las puertas. Pero incluso entonces la gente que llevaba las cargas no sería disuadida. Ellos acamparon durante toda la noche, llevando sus cargas alrededor mientras esperaban que las puertas se abrieran.
Amados, sus cargas estarán siempre acampando fuera de su mente, esperando una oportunidad para entrar de nuevo exactamente como hacían antes. Usted puede dejarlas en la noche, pero por la mañana van a estar allí, las preocupaciones e inquietudes de siempre esperando que usted las recoja de nuevo.
Entonces, ¿qué hizo Nehemías para detener todo el transporta de carga? Él dijo: "Entonces los llamé y les advertí: “¿Por qué se quedan fuera de la muralla? Si vuelven a hacerlo, los voy a encarcelar.” Y desde entonces dejaron de venir en día de reposo."
Cuando Nehemías llegó al extremo de su resistencia, amenazó con la fuerza. Y, amado, eso es lo que debemos hacer para mantener todas las cargas fuera de las puertas de nuestras mentes. Al igual que Nehemías, tenemos que gritar desde nuestra alma: "¡Esto no es a la manera de Dios! Yo vivo en el día de reposo, El Sabbat, pero mi alma esta de cualquier modo menos en reposo. Todo lo que me afecta y mis preocupaciones entran y salen cuando les place. ¡Yo debo tomar dominio sobre estas cargas, a toda costa! "
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7
David Wilkerson , Hoy
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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