Los Manantiales

Los Manantiales
Renovación para el alma

sábado, 19 de noviembre de 2011

El envejecimiento


El envejecimiento puede ser peligroso. La senda puede ser traicionera y los escollos son muchos. Es de sabios estar preparado. Sabes qué viene. No es como si Dios hubiera mantenido el proceso en secreto. No es como si estuvieras abriendo camino a medida que envejeces. No es como si ninguno lo hubiese hecho antes de ti. Observa a tu alrededor. Tienes amplia oportunidad para prepararte y muchos casos que considerar. Si el envejecimiento te agarra de sorpresa, no culpes a Dios. Él te dio advertencias de sobra y, además, te aconsejó bastante.
     Tus capítulos finales pueden ser los mejores. Tu última canción puede ser la más grandiosa. Podría ser que toda tu vida te haya preparado para una salida triunfal. Los más ancianos de Dios siempre han estado entre sus más selectos.
     A medida que envejecemos nuestra visión debe mejorar. No nuestra visión de la tierra, sino nuestra visión del cielo.
 
 
 
Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
     Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir.
Salmos 71:17-18
 
 
Tomado del Libro Promesas Inspiradoras de Dios
Autor: Max Lucado
 
 
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
 

No hay comentarios:

Indice de Reflexiones