Voy a poner a Dios en el lugar que El se merece. Voy a poner a Dios en ¡el primer lugar! Así tendré paz y tomaré sabias decisiones. La bondad brillará en mis acciones y el amor en mis relaciones. Dios será mi esperanza y mi fortaleza.
Seré paciente con mis fallas y las de los otros, Voy a poner a Dios en ¡el primer lugar! Primero en mi mente, primero también en mi corazón. Disfrutaré así de paz interior, y en mi ser sólo habrá espacio para el amor, la hermandad y la alegría. Dios estará conmigo en los instantes adversos, mirara con mis ojos, sonreirá con mis labios, amará con mi corazón.
Voy a poner a Dios en ¡el primer lugar! Será el centro de mi hogar, el amigo siempre presente en todo lo que haga. Voy a amar a Dios con toda la mente, con todo el alma, con todas las fuerzas. Con Dios en el primer lugar, seré feliz.
Fuente : Libro Amor sin límite - 2a. edición
Autor: Gonzalo Gallo González
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