Su Luz ilumina mi camino.
El me conduce a mi destino.
su amor esta siempre conmigo.
Dígnate Señor, protegerme de todos mis enemigos y sus malvados designios.
Que no puedan hacerme ningún daño, ni ahora ni en el futuro.
Por el bendito y alabado nombre del Señor.
¡Así sea!
Muéstrame, Señor, tus caminos, y enséñame tus senderos.
Condúceme por tu verdad.
Acúerdate de tus bondades, Señor, y de tu misericordia.
Protégeme, mírame y apiádate de mi.
Alivia las angustias de mi corazón y quítame esta ansiedad.
Guarda mi alma y no me abandones. Amén.
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida; ¿ante quién temblaré?
Escucha, Señor, mi voz y protégeme.
En ti Señor me refugio.
Sé mi roca, castillo fortificado para salvarme.
Libérame de este lazo oculto que me han tendido.
En tus manos encomiendo mi alma.
Tu me has librado, Señor.
Tomado del libro : Oraciones mágicas para toda ocasión Filius Nemus
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