¿Satisfechos? Esto es algo que nunca estamos. No estamos satisfechos.
Tomamos unas vacaciones fabulosas … Nos saciamos de sol, de diversión, de buena comida. Pero aún no estamos camino de regreso cuando ya nos acongoja el término del viaje y comenzamos a planear otro.
No estamos satisfechos.
Cuando niños decimos: «Quién fuera un adolescente». Cuando adolescentes decimos: «Quién fuera un adulto». Como un adulto: «Si estuviera casado». Como cónyuge: «Quién tuviera hijos».
No estamos satisfechos. La conformidad es una virtud difícil. ¿Por qué?
Porque no hay nada en este mundo que pueda satisfacer nuestros anhelos más profundos. Anhelamos ver a Dios. Las hojas de la vida, al ser movidas por el viento, susurran el rumor de que lo veremos, y no quedaremos satisfechos hasta lograrlo.
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
1 Timoteo 6:6-8
Tomado del Libro Promesas Inspiradoras de Dios
Autor: Max Lucado
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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