Alexander Graham Bell pasó cinco años frustrantes y con pérdidas financieras experimentando con una gran variedad de materiales con la esperanza de hacer un disco de metal que, vibrando en respuesta al sonido, pudiera reproducirlos y enviarlos a través de un cable.
Durante una visita a Washington D.C.. Dell llamó a Joseph Henry, un científico pionero en electrónica, Bell le presentó su idea y le pidió consejo. Se preguntaba si debería proseguir con la idea de su “teléfono”, dado que le faltaba el conocimiento necesario sobre electricidad. El consejo de Henry fue simple:
-Si no sabes cómo hacerlo, apréndelo.
Así que con fervor impetuoso, Bell estudió electricidad. Un año más tarde, cuando ganó una patente por el teléfono, los oficiales de la oficina de patentes lo acreditaron por conocer más sobre electricidad que cualquier otro inventor de esos tiempos.
Diligencia. Estudio. Trabajo duro. Esperanza. Perseverancia. Son palabras comunes. Y, sin embargo, estas palabras son las claves para obtener conocimiento y hacer algo inigualable y bueno.
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;
No estará delante de los de baja condición.
Proverbios 22:29
Tomado del Libro Devocionario De Dios
Traducción Grupo Nivel Uno, Inc.
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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