Los Manantiales

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Renovación para el alma

viernes, 13 de enero de 2012

La trampa del optimismo


 Una razón para que las personas no sean específicas en sus visiones es que confunden visión con misión. Otra razón es que ellas caen en la trampa del optimismo. Sus sueños no van más allá de ideas vagas de lo que les gustaría hacer “algún día”. Sin embargo, soñar sólo es el principio de la visión. En vez de desear que las cosas salgan mejor, debemos hacer resoluciones concretas. Tenemos que decir: “Las cosas deben salir mejor, y aquí, especialmente, es lo que yo voy a hacer”. Por ejemplo, en vez de decir: “Me gustaría ir a la universidad”, siéntase y envié las solicitudes a universidades específicas. Cuando las solicitudes regresen a usted, empiece a llenarlas. En vez de decir, “me gustaría perder peso”, vaya a ver a su médico y siga un plan específico de pérdida de peso. Haga una decisión, y luego tome el primer paso.
     El éxito o fracaso en la vida de la gente no depende del color de su piel. El problema verdadero es el color de las vidas de algunas personas. Sus vidas son “grises”. Tales personas no tienen un modo específico de vida. Sólo está aquí. Ellas viven sin rumbo, dejando que la vida pase. Dios no quiere que alguien viva en una zona gris. Cuando alguien está viviendo en la zona gris, significa que esa persona no está diciendo “si”, o “no”, sino “tal vez”. Él no tiene verdadera intención de hacer cualquier cosa con su vida. Dios ha invertido mucho en nosotros. Él no quiere vernos desperdiciando nuestras vidas en optimismos. Él quiere que nosotros pongamos nuestros pies sobre terreno sólido de la visión dad por Dios.
 
 Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.
Filipenses 2:13
 
 
 
 
Tomado del Libro Devocional Diario de Poder
Autor: Dr. Myles Munroe
 
 
 
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
 

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