Todos nosotros como seres humanos utilizamos el uso de la razón en todas las cosas que vemos o en todas las circunstancias en que nos encontremos, la cual es buena en el diario vivir. Pero para una persona que está desarrollando su fe que se requiere para habitar en el gobierno de Dios, el uso de ésta es insuficiente o no se acopla a la voluntad de Dios. Se convierte improductiva porque piensa primero en posibilidades y es guiada por lo que ve y por lo que puede alcanzar, y en muchas ocasiones utiliza el método científico para convertir en una hipótesis lo que puede explicar.
Hubo un hombre enseñado en toda la escritura llamado Nicodemo, maestro de la ley, que en los tiempos de Jesús eran llamados fariseos, principal entre los judíos. En una noche se acerca a Jesús, con el temor de ser visto por los demás, para cuestionarle y confirmar sus dudas acera de Él,basando sus conocimientos y poder racional en todos los milagros que había visto efectuados, y así confirmar la cercanía de Dios en todos los acontecimientos.
Jesús al ver sus intenciones explicativas le expresa uno de los principios relevantes de la necesidad que todos debemos hacer para poder tener toda la revelación del poder sobrenatural del reino de Dios, y es el de nacer de nuevo. Este hombre no comprende lo que Jesús le comunica, y como todo ser humano busca la razón para poder absorber de manera natural tal revelación, y se retroalimenta haciendo la pregunta: ¿cómo puede un hombre nacer siendo viejo? En palabra natural no tiene sentido. Y en eso este hombre siendo maestro de la ley queda sin fruto de conocimiento alguno (Juan 3:1-15).
Jesús no se refería a lo natural, sino a un nacimiento espiritual que es concebido por el Espíritu de Dios. Cuando nosotros le aceptamos y decidimos cambiar nuestra forma de pensar que es el significado de arrepentimiento, y escudriñamos su palabra que es el alimento, nuestra vida nace en el reino de Dios, y es llevada en desarrollo día a día a través de la revelación en nuestra intimidad con Dios. Nadie nace y se queda de un mismo tamaño, sino que crece.
Lo razón natural sí viaja con el que ha nacido de nuevo, pero el crecimiento espiritual se da en la manifestación sobrenatural de una vida en relación con Dios, todo lo que Él da proviene de la fe. Sin fe es imposible agradar a Dios, y es imposible disfrutar las riquezas de su reino, que no son medibles por conceptos naturales.
Nos debemos preguntar ¿hemos nacido de nuevo? Está nuestra vida siendo llevada por acontecimientos sobrenaturales que son por la fe? O solamente tenemos conceptos racionales que nos limitan a un conocimiento letrado. Es el tiempo en que podemos crecer en intimidad con Dios.
El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Juan 3:3
Por Redactor de Agenda de Dios
Ulpiano Sáenz
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola