Los Manantiales

Los Manantiales
Renovación para el alma

viernes, 18 de mayo de 2012

EL ABRAZO SIN TOCARSE


Una noche, antes de que mi hijo mayor se fuera a la cama, le pedí un abrazo de las buenas noches. Bueno, nada habría podido prepararme para lo que me dijo e hizo. Vino hasta mí y dijo que me quería dar un abrazo sin tocarme. Procedió a envolver sus brazos alrededor de mí, pero no me tocó. No pude contener la risa. Luego que se fue a la cama pensé en lo vacío que fue su abrazo sin toque. Me pregunté cuántas personas habrían viviendo una relación con Jesús y en una comunidad junto con otros seguidores de Jesús, que fueran renuentes a mostrar sus emociones y a expresar afecto.
Lee Lucas 7:38 y verás que nuestro afecto debe revelarse a través de la ternura de nuestros corazones. La mujer en este relato expresó su ternura a través del llanto, ungiendo los pies de Jesús con perfume y enjugándoselos con su cabello. Debido a que su aceptación había tocado el corazón de ella, esta mujer permitió que su afecto lo tocara a Él.
El afecto por los demás viene a través de un corazón abierto. En 2 Corintios 6:11, Pablo llamó «amigos» a los corintios y dijo que su corazón estaba abierto a ellos. Una característica de un corazón abierto es hablar honestamente unos con otros. Aunque los que los corintios frustraron a Pablo de muchas maneras, él los amaba como ama un padre a sus hijos.
Nuestro afecto por los demás se revela a través de la compasión por los demás. En Lucas 15:20 vemos el encuentro vívido y conmovedor de un hijo rebelde con su padre amoroso paciente. Cuando vemos este bello cuadro, no vemos un abrazo sin tocarse; vemos un abrazo cálido y de aceptación. Vemos una genuina muestra de afecto.
Como seguidores de Jesús estamos llamados a expresar afecto los unos por los otros. Jesús fue la expresión del afecto de Dios por nosotros. ¿Estás reteniendo tu afecto cristiano? ¿Estás dando abrazos sin tocar? Muchas personas solitarias y desesperadas en t comunidad de fe necesitan de tu compasión y de tu corazón abierto.
Y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
Lucas 7:38
Tomado del Libro Nuestro Andar Diario
Marvin Williams
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola

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