Los Manantiales

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Renovación para el alma

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Alabanza

Los 150 salmos bíblicos son un excelente manual de oración. Me enseñan a alabar, bendecir y agradecer. Al recitar los salmos aprendo a reconocer las grandezas de Dios y a no buscarlo sólo en la necesidad. Oró así:
"Te doy gracias, Señor, de todo corazón cantaré todas tus maravillas. Quiero alegrarme y exaltar en ti, salmodiar a tu nombre, Oh Altísimo" Salmo 9,2-3. Esta plegaria me muestra como la gratitud va siempre de la mano con la alegría. El ser agradecido valora lo que tiene y por eso se torna optimista y vive lleno de esperanza. A la gratitud uno la alabanza y en ella encuentro un poder restaurador y sanador.
La alabanza ilumina la vida. Por eso canto: ¡todos los días te bendeciré, Señor, por siempre jamás, alabaré tu nombre! Salmo 145,2. Con la alabanza se avivan la fe y el amor.

Fuente : Amor sin límites -2a. edición
Autor: Gonzálo Gallo González
Escritor y conferencista

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