En cierta ocasión un discípulo le preguntó a Confucio:
¿Cuáles son los ingredientes principales de un buen gobierno?
El sabio chino respondió: Son estos tres: Alimentos, Armas y la confianza del pueblo.
Y si tuvieras que prescindir de uno de los tres ¿Cuál suprimirías? Las armas dijo Confucio. ¿Y si tuvieras que prescindir de uno de los otros dos? De los alimentos. Pero entonces, dijo el discípulo, la gente moriría de hambre. Desde tiempos inmemoriales, afirmó el sabio maestro, la muerte ha sido el destino de los seres humanos. El hambre se puede vencer, pero un pueblo que ya no confía en sus gobernantes, está verdaderamente perdido.
Una buena glosa a esta historia es el siguiente pensamiento:
Aquellos que separan la política y la moral, no llegarán a comprender nunca la una ni la otra. Juan Jacobo Rousseau.
Fuente: Amor sin límites -2a. edición
Autor: Gonzálo Gallo González
Escritor y conferencista
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