El más poderoso energético que puede dar al enfermo que cuido es el "Complejo multivitamínico CH": Calor humano.
Dame, Señor, paciencia para comprender al paciente, ya que en su dolorosa situación, lo normal es que se comporte de un modo "anormal". Está ansioso, nervioso, desesperado; se revela contra la enfermedad; a ratos parece insoportable. No es fácil aceptarse disminuido, inmovilizado y adolorido.
Necesito más humanismo que ciencia fría. Soy feliz y hago el bien al hacer de mi profesión una misión, un servicio hecho con Calor Humano. Oh Señor, llena mi corazón de amor para tratar el enfermo con respeto y mejorarlo con el poder de la bondad.
Ilumíname y asi él no será para mí, un número sino un ser que ama, que siente y que sufre.
Ayúdame Médico Divino a tratar a cada enfermo con esa dedicación amorosa que quisiera para mí, si yo fuera el paciente.
Fuente : Amor sin límites - 2a. edición
Autor: Gonzálo Gallo González
Escritor y conferencista
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