Regresaba de un curso en Argentina y mientras viajaba en el avión, hojeaba el catálogo de productos, ya que como sabes, se venden más baratos que en las tiendas locales, debido a que están libres de impuestos.
De repente, mis ojos se abrieron enormes al ver unas corbatas...
¡Esas corbatas! Una amplia sonrisa me iluminó y mi mente comenzó a recordar...
Hace años era gerente de esas tiendas y recibíamos muchos proveedores que deseaban colocarse en nuestras tiendas en el aeropuerto, o vender dentro de las aerolíneas.
Un buen día mi jefa me dijo: "Atiende a esta persona, vende corbatas, no me gustan, sólo escúchalo y dale las gracias".
No me gusta la idea de hacer perder el tiempo a nadie. Pero obedecí.
Era un chico jovial, alegre, con ese aire despreocupado del artista. En lo personal me encantaron las corbatas que me mostró, muy artísticas, pero tenía instrucciones de no dejarlo pasar. Al final de la entrevista me dijo: "Dime la verdad Edgar, entraré o no a las tiendas?", me daban ganas de decirle la verdad, que a mi jefa no le gustaban. Pero le di la excusa caballerosa que se da en estos casos "Lo checaremos y te avisamos".
Salí de esa empresa hace años.
Comprenderás que al ver esas corbatas vendiéndose, me dio mucho gusto. Reflexioné que este chico no se dio por vencido e insistió. Pero observé también algo muy importante: cambió el diseño de sus corbatas. Los dibujos eran más pequeños, más parecidos al estándar de corbatas, pero conservando su distinción artística.
Te quería compartir esta historia, como una lección de perseverancia. Pero nota que él hizo algo DIFERENTE. Cambió un poco su producto.
Muchos de nosotros tenemos proyectos, como encontrar el amor, el trabajo de nuestros sueños, viajar, ahorrar ¡en fin! Y puede que no lo logremos a la primera y volvemos a intentarlo ¡eso es bueno! Pero si no funcionó a la primera, pregúntate...
¿Qué necesito hacer DIFERENTE esta vez, para lograrlo? Y claro, cuando viajes por Mexicana de Aviación o Aeroméxico, y tengas el catálogo de venta entre tus manos, recuerda que una de esas corbatas, tiene una historia...
Autor: Edgar Martínez (México)
De repente, mis ojos se abrieron enormes al ver unas corbatas...
¡Esas corbatas! Una amplia sonrisa me iluminó y mi mente comenzó a recordar...
Hace años era gerente de esas tiendas y recibíamos muchos proveedores que deseaban colocarse en nuestras tiendas en el aeropuerto, o vender dentro de las aerolíneas.
Un buen día mi jefa me dijo: "Atiende a esta persona, vende corbatas, no me gustan, sólo escúchalo y dale las gracias".
No me gusta la idea de hacer perder el tiempo a nadie. Pero obedecí.
Era un chico jovial, alegre, con ese aire despreocupado del artista. En lo personal me encantaron las corbatas que me mostró, muy artísticas, pero tenía instrucciones de no dejarlo pasar. Al final de la entrevista me dijo: "Dime la verdad Edgar, entraré o no a las tiendas?", me daban ganas de decirle la verdad, que a mi jefa no le gustaban. Pero le di la excusa caballerosa que se da en estos casos "Lo checaremos y te avisamos".
Salí de esa empresa hace años.
Comprenderás que al ver esas corbatas vendiéndose, me dio mucho gusto. Reflexioné que este chico no se dio por vencido e insistió. Pero observé también algo muy importante: cambió el diseño de sus corbatas. Los dibujos eran más pequeños, más parecidos al estándar de corbatas, pero conservando su distinción artística.
Te quería compartir esta historia, como una lección de perseverancia. Pero nota que él hizo algo DIFERENTE. Cambió un poco su producto.
Muchos de nosotros tenemos proyectos, como encontrar el amor, el trabajo de nuestros sueños, viajar, ahorrar ¡en fin! Y puede que no lo logremos a la primera y volvemos a intentarlo ¡eso es bueno! Pero si no funcionó a la primera, pregúntate...
¿Qué necesito hacer DIFERENTE esta vez, para lograrlo? Y claro, cuando viajes por Mexicana de Aviación o Aeroméxico, y tengas el catálogo de venta entre tus manos, recuerda que una de esas corbatas, tiene una historia...
Autor: Edgar Martínez (México)
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