"Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día"" -- Salmo 25:5
Puede que algunos días enfrente mejor los retos físicos y emocionales que otros. Sin embargo, puede haber días en que siento que mi paciencia se acaba y no tengo energía. Cuando me siento triste o frustrado, sé lo que restaurará mi esperanza y energía; acudo a Dios por consuelo y fortaleza.
Mi fe está puesta en Dios. Al aferrarme a mi fe, no pierdo la esperanza ni caigo en el temor. Creo en el tiempo divino de un plan divino. En los próximos momentos, puede que aparezcan bendiciones que ni siquiera había considerado.
Inmerso en oración, siento la seguridad de la presencia de Dios y que se está desarrollando un plan divino.
Me aferro a mi fe en Dios y sé que un plan divino se está desarrollando.
Fuente: Unity - Pensamientos que sanan
Autor: www.lapalabradiaria.org
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