¿Estás luchando con algunos asuntos en tu vida, frustrado porque no puedes ganar, hagas lo que hagas? Nunca ganarás si estás luchando por tus propias batallas.
Dios no pierde ninguna batalla. Tiene un plan definido y cuando lo seguimos, siempre ganamos.
Quizás estás en una situación ahora y necesitas escuchar a Dios decir: “!la batalla no es tuya, sino mía!”
¡La adoración es una posición de guerra! Al adorar a Dios por quien es y por sus atributos, estos se manifiestan en nuestras vidas.
Adora a Dios por sus habilidades y por sus fuerzas, y serán manifiestas para tu beneficio.
Arrodíllate varias veces en el día para darle gracias. Asegúrate que tu corazón esté haciendo lo mismo que tu cuerpo. La fórmula y las “obras muertas” nunca logran nada.
Estoy segura de que tu corazón, frecuentemente, se llena de amor y de adoración. Si no estás haciéndolo ya, da otro paso más y agrega acción exterior a tu actitud de corazón.
Sigue el plan de Dios. Es agradable, único, y efectivo. La alabanza y la adoración derrotan al enemigo. Toma tu posición y verás la victoria sobre el enemigo.
No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande,
porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
2 Crónicas 20:15
Tomado del Libro Vida en la Palabra
Joyce Meyer
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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