Cuánta sed tiene este mundo de algo que satisface! ¿Quiénes llenan los lugares de atracción, los salones de baile, los salones de música y los teatros, noche tras noche? Hombres y mujeres que tienen sed de algo que no tienen. El momento que el hombre le dé la espalda a Dios, comienza a tener sed. Esa sed nunca se saciará a menos que vuelva a “la fuente de agua viva”. Como nos lo dice el profeta Jeremías, hemos dejado la fuente de agua viva y cavamos cisternas que no retienen agua (Jeremías 2:13).
Hay sed que este mundo no puede saciar. Mientras más beba de sus placeres, tendrá más sed. Clamamos por más y al mismo tiempo somos atraídos cada vez más abajo. Pero hay una fuente abierta para la Casa de David, para el pecado y la suciedad. Vayamos allí a beber y a buscar la vida.
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Juan 7:37
Tomado Del Libro D. L. Moody
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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