No es natural para el hombre carnal caminar en amor hacia los demás, cuando está pasando por pruebas personales. El creyente, sin embargo, está equipado con el poder del Espíritu Santo para hacer exactamente eso.
Es la voluntad de Dios que reinemos en medio de nuestros enemigos. Si Dios remueve los impedimentos, nunca creceremos. Hay muchos aspectos del dominio sobre el enemigo, pero el poder prevaleciente del amor es uno de los más impresionantes para mí.
Creo que nos protege andar en el amor. Es guerra espiritual. Tenemos que emplear cada esfuerzo en el poder de la gracia de Dios para andar en un amor ferviente.
Concentrémonos en nuestro amor, estudiemos el amor, y hagamos un esfuerzo para mostrar a amor a otros. Es más que una teoría, es acción. Nuestra carne no siempre quiere amar a otros, pero si queremos vencer al enemigo, debemos decir: “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi” (Gálatas 2:20).
Tienes al Espíritu Santo para hacer lo que es correcto, no para hacer lo que tú quieres.
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor;
porque el amor cubrirá multitud de pecados.
1 Pedro 4:8
Tomado del Libro Vida En La Palabra
Por Joyce Meyer
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola
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