Cuando estoy triste, puede que piense que no puedo hacer nada para salir de la espiral descendente en que me encuentro. Al recordar una pérdida o un dolor del pasado, puede que encuentre muchas razones para seguir triste.
Pero Dios me creó para disfrutar de alegría, y sé de corazón que sí dejo de morar en lo que me entristece, a la larga los sentimientos de tristeza desaparecerán. ¿Por qué? Porque tengo el espíritu de Dios en mí, y en mí naturaleza está el expresar el gozo del espíritu.
Así que aun en medio de la tristeza, encuentro alivio. De la misma manera como la luz del día sigue a la noche, la mañana amanecerá en mi vida. Tengo fe en una vida que es eterna y en la maravilla y el gozo de la vida que Dios ha creado para mí.
Mi luz rompe como el alba.Tomado: Pensamientos que Sanan Silent Unity
http://www.lapalabradiaria.org/
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