Las palabras tienen un gran poder. A veces es como si las células de mi cuerpo escucharan lo que tengo que decir. Siento las palabras a través de mi cuerpo al decirlas, y siento su efecto que permanece en mi cuerpo mucho después de haberlas dicho.
Así que hago un esfuerzo consciente de decir a todo mi cuerpo palabras que son mensajes de curación. Siento una respuesta al animar a mi corazón a que palpite con ritmo perfecto y a mis pulmones a que tomen oxígeno y lo envíen a todas partes de mi cuerpo.
Mi mensaje para mí mismo y desde mí mismo es un mensaje de salud y curación y procede del espíritu de Dios en mí. Bendigo mi cuerpo y alma con palabras sanadoras de vida y doy gracias por las bendiciones que resultan.
Cada palabra mía de vida y curación bendice mi cuerpo y alma.
Tomado: Pensamientos que sanan Silent Unity
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