Puedo creer en la libertad de otros, pero a veces tengo dificultad en creer en mi libertad. Obtengo la libertad de hacer lo que deseo cuando no permito que mis pensamientos negativos me controlen.
Si siento que he perdido mi fuerza de voluntad para vencer alguna dependencia, la reclamo ahora. No espero que alguien me rescate o haga por mí lo que yo debo hacer. Reclamo mi libertad de hábitos y tendencias negativos al permitir que el poder del espíritu de Dios me libere y me mantenga libre.
Cuando me doy cuenta verdaderamente de que nunca puedo estar solo en ninguna cosa que haga, tengo el valor de reclamar mi libertad. Soy libre para decirle "no" a alguien o desistir de hacer algo cuando mi decisión es el resultado de la guía divina. ¡Sí, soy libre, porque el poder de Dios en mí me ha liberado!.
¡Creo en el poder de Dios que me libera!Tomado: Pensamientos que Sanan Silent Unity
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